Las lesiones por latigazo cervical que afectan la cabeza y el cuello constituyen las lesiones no fatales más comunes asociadas con las colisiones de vehículos de motor. Por desgracia, estas lesiones suelen provocar dolor crónico persistente y malos resultados laborales, incluyendo ausencia por enfermedad, retraso en el regreso al trabajo, y deterioro de la capacidad laboral. Entre los pacientes quiroprácticos adultos en edad laboral, la reanudación de las actividades laborales habituales es un objetivo del tratamiento sólo superado por el alivio del dolor.
A nivel social, las pérdidas de productividad vinculadas a las lesiones por latigazo cervical ascienden a cientos de miles de millones de dólares al año en todo el mundo. Como tal, desde una perspectiva descendente, se ha impulsado la identificación de tratamientos para los trastornos asociados al latigazo cervical (WAD) que ayuden a los pacientes a regresar al trabajo en los niveles previos a la lesión lo antes posible. Una revisión sistemática y un metaanálisis que incluyó 27 estudios identificaron los factores clave para acortar el tiempo de regreso al trabajo de los pacientes con WAD:
- Los pacientes que recibieron tratamiento quiropráctico volvieron a trabajar casi 18 días antes, fueron más propensos a reanudar sus tareas completas, y presentaban menos dolor de cuello e incapacidad.
- El tratamiento destinado a mejorar la amplitud total de movimiento en el cuello no solo redujo la intensidad del dolor de cuello, sino también las ausencias por enfermedad.
- Una intervención temprana (en un plazo de 96 horas) incrementó la probabilidad de movilidad cervical completa tres años después en comparación con retrasar el tratamiento más de dos semanas.
- Las intervenciones multimodales que utilizaron tres o más terapias produjeron mejores resultados que la atención médica habitual o el tratamiento mínimo—especialmente con la inclusión de ejercicios de rehabilitación específicos para el cuello.
Los médicos quiroprácticos están bien capacitados tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de los trastornos asociados con el latigazo cervical, y muchos reciben capacitación y educación continua específicamente sobre el tema. El tratamiento quiropráctico para el WAD a menudo incluye un enfoque multimodal que involucra terapias manuales como la manipulación espinal, la movilización y el trabajo de tejidos blandos; ejercicios específicos para realizar entre las visitas; medidas antiinflamatorias como recomendaciones nutricionales/suplementos/dietas y el uso de hielo y calor; modalidades de fisioterapia; y la educación del paciente con respecto a la importancia de mantener un estilo de vida activo dentro de las tolerancias de dolor, lo cual es importante para reducir el riesgo de transición a un WAD crónico.