En un estudio de 2015, investigadores suecos compararon el efecto de una postura corporal encorvada versus una postura corporal normal con respecto a la realización de tareas de levantamiento.
En particular, los investigadores querían una mejor comprensión de cómo una postura encorvada afecta la función del cuello y los hombros y la actividad muscular en tres grandes grupos de músculos: el trapecio superior (UT), el trapecio inferior (LT) y el serrato anterior (SA) durante la elevación del brazo para ver si afecta el rango de movimiento, los patrones de activación muscular, la actividad muscular máxima y el trabajo muscular total.
Los participantes del estudio (varones adultos jóvenes no lesionados) realizan elevaciones máximas de brazos en posturas erguidas y encorvadas que los investigadores observaron utilizando un sistema combinado de evaluación de movimiento 3D y EMG (electromiografía). Esto midió el rango de movimiento del brazo, la velocidad y la curvatura de la columna simultáneamente con la actividad EMG en los músculos UT, LT y SA.
El equipo de investigación descubrió que los participantes en la posición encorvada experimentaron una elevación del brazo significativamente menor y una menor velocidad de movimiento tanto hacia arriba como hacia abajo, además de un aumento de la actividad muscular máxima (es decir, los músculos tenían que trabajar más) en los tres músculos evaluados.
Parece que el aumento de la cifosis torácica (encorvamiento) conduce a un marcado aumento de los requisitos físicos al realizar movimientos simples del brazo. Con el tiempo, tales cambios en la función podrían generar estrés adicional en los músculos, tejidos y articulaciones del cuello y el hombro, lo que provocaría dolor y lesiones. Estos hallazgos se suman a un creciente cuerpo de investigación con respecto a los efectos perjudiciales a largo plazo de una mala postura, así como a la comprensión de cómo exactamente las posturas defectuosas aumentan el riesgo de trastornos musculoesqueléticos.
En su conclusión, los autores del estudio escriben: "[Los pacientes] que sufren de dolor de cuello y hombros y discapacidad deben ser investigados y tratados por problemas de curvatura torácica defectuosa".