El dolor en la articulación de la mandíbula o la disfunción de la articulación temporomandibular (DTM) es una queja común para muchas personas. De hecho, una publicación de 2009 informó que la DTM afecta entre el 20 y el 30% de la población adulta, generalmente entre 20 y 40 años, y es más común en mujeres que en hombres. La DTM también es la segunda causa más frecuente de dolor orofacial después del dolor de muelas o dental. Si bien la DTM aguda (dolor de menos de tres meses) y la DTM crónica (dolor de más de tres meses) NO se consideran potencialmente mortales, pueden alterar significativamente nuestra calidad de vida y, para algunos, pueden ser bastante incapacitantes.
La DTM también puede ser la única causa de dolores de cabeza para algunos pacientes. Comúnmente, se asocia con múltiples síntomas, más a menudo con dolor resultante del movimiento de la mandíbula, como bostezar, masticar y hablar. Debido a que puede ser difícil identificar la causa de esta afección, los enfoques de tratamiento pueden variar ampliamente. Los tratamientos comunes incluyen el uso de férula oclusal o de mordida, medicamentos como analgésicos y/o antiinflamatorios e intervenciones psicosociales como la terapia cognitivo-conductual. La mayoría de los estudios y pautas ahora, sugieren que NO se debe considerar un enfoque de tratamiento que no se pueda revertir (cirugía, remodelación de los dientes, entre otros) a menos que primero se prueben enfoques más conservadores. La DTM se ha denominado síndrome de dolor funcional, trastorno psicógeno e incluso una afección mediada centralmente (como la sensibilización central con fibromialgia). Las combinaciones de estos son bastante frecuentes, lo que puede dificultar la determinación de un diagnóstico o causa firme. El trauma físico, como el latigazo cervical, puede causar DTM, que luego se conoce como “DTM postraumático” (pDTM). El término “DTM idiopática” (iDTM) se usa cuando no se puede identificar una causa conocida. La Academia Estadounidense de Dolor Orofacial divide la DTM en dos categorías posibles: Muscular y articular; aunque una combinación de los dos es bastante común. Otros han agregado una categoría de "desplazamiento discal" a la mezcla debido al hecho de que un pequeño disco forma parte de la anatomía de la ATM.
Como puedes sospechar, en base a las múltiples causas y combinaciones potenciales, los tratamientos que abordan la DTM incluyen (pero no se limitan a): Férulas, medicamentos, fisioterapia, quiropráctica, osteopatía, psicología clínica, reumatología, odontología y más. Los dentistas suelen recetar un protector bucal para tratar el bruxismo (rechinar los dientes), que puede ser muy útil, especialmente por las noches al dormir. En un estudio reciente, la combinación de masaje de tejidos blandos sobre los músculos que permiten cerrar la mandíbula (masetero y temporal) Y, el uso de una férula oclusal, dio como resultado un mayor alivio del dolor y los síntomas, en comparación con el uso de cualquiera de estos enfoques por separado. Hay varios artículos publicados sobre el uso de la atención quiropráctica en el manejo de la DTM, especialmente antes de procedimientos invasivos. Los estudios han demostrado que las técnicas que incluyen la manipulación espinal y/o la movilización de la región cervical superior (región occipucio-C1) son muy efectivas, al igual que las que abordan los desequilibrios musculares en la ATM, el cuello y la región superior del torso.
Sabemos que puedes elegir a quién considerar para la prestación de tu atención médica, y agradecemos sinceramente tu confianza al elegir nuestros servicios para esas necesidades. Si tú, un amigo, o un miembro de tu familia necesitan atención para el dolor de cuello o de cabeza, sería un honor para nosotros brindarle nuestros servicios.