Múltiples estudios han demostrado que la hiperpronación (HP), o la rotación extrema hacia adentro del tobillo, puede tener efectos en el cuerpo mucho más allá del pie. Por ejemplo, el movimiento anormal del tobillo puede provocar cambios leves en la forma en que se mueven las rodillas y la pelvis cuando realiza sus actividades diarias normales, ejerciendo una presión adicional sobre estas estructuras e incrementando el riesgo de lesiones tanto a corto como a largo plazo. Estos patrones de movimiento defectuosos también pueden provocar un movimiento inadecuado y un mayor riesgo de lesiones por encima de las caderas, incluso en la zona lumbar.
En un estudio que involucró a pacientes con dolor lumbar, los investigadores encontraron que mejorar tanto la pronación del tobillo (con aparatos ortopédicos para el pie) como la debilidad de las extremidades inferiores (con ejercicio) resultó en mejoras en la función de la rodilla, la cadera y la zona lumbar.
Los aparatos ortopédicos para los pies a menudo incluyen una cuña de corrección de la pronación que es más gruesa en el interior y se estrecha hacia el exterior para corregir el efecto de rotación hacia adentro del tobillo. Un estudio midió los efectos que una cuña en el talón tenía en la extremidad inferior hasta el tórax, notando cambios cinemáticos tridimensionales significativos ocurridos en la cadera, pelvis y tórax. Sin embargo, la corrección excesiva tuvo efectos perjudiciales en el movimiento adecuado de otras partes del cuerpo, lo que subraya la importancia de obtener una prescripción precisa al ajustar las órtesis del pie. Asimismo, otros estudios han demostrado que también puede ser necesaria una órtesis en el antepié para garantizar una biomecánica adecuada al caminar.
Un estudio que incluyó a 213 corredores de campo traviesa de la escuela secundaria y la universidad (107 hombres, 106 mujeres) encontró que 37 (17.4%) usaban órtesis de pie. De los 37 usuarios de aparatos ortopédicos, 17 (54,8%) los usaron para el dolor de pierna relacionado con el ejercicio, de los cuales 15 de los 17 reportaron beneficios. Otro estudio comparó la carga en el tendón de Aquiles durante la carrera con y sin órtesis de pie e informó que correr con órtesis de pie se asoció con reducciones significativas en la carga del tendón de Aquiles en comparación con correr sin órtesis.
Estos estudios respaldan claramente los MUCHOS beneficios que tienen las órtesis de pie en todo el cuerpo o estructura, y que facilitan el manejo a corto y largo plazo de afecciones como el dolor lumbar. Los médicos quiroprácticos suelen colocar aparatos ortopédicos para los pies para las molestias de las extremidades inferiores, así como para el dolor lumbar.