Aunque la mayoría de los pacientes con una lesión por latigazo cervical mejora en unos pocos meses, alrededor del 25% tiene dolor y discapacidad a largo plazo que puede persistir durante muchos meses o años.
Ahora, un equipo de científicos de la Northwestern Medicine Feinberg School informa que puede ser posible determinar qué pacientes con latigazo cervical desarrollarán dolor crónico, discapacidad y/o trastorno de estrés postraumático (TEPT) a 1 o 2 semanas de su lesión, lo que conduce a un tratamiento especializado que puede reducir su riesgo de desarrollar una condición crónica.
Usando una forma especializada de resonancia magnética que mide la proporción de grasa y agua en los músculos del cuello, los investigadores encontraron que una mayor infiltración de grasa en estos músculos indicaba atrofia muscular rápida. La presencia de grasa en el músculo no está relacionada con el peso, el tamaño o la forma de la persona y se cree que representa una lesión que es más grave o severa de lo que podría esperarse de un accidente de coche a baja velocidad.
Sin embargo, aunque el investigador principal señala que la infiltración de grasa en el músculo parece responder a una lesión, lo que en realidad ha sido lesionado (músculo, nervios, médula espinal, y/ o más) sigue siendo un misterio.
Otro estudio del mismo equipo de investigación encontró que las víctimas que padecían de dolor crónico por latigazo cervical también mostraron un alto nivel de grasa muscular en sus piernas, lo que indica atrofia. Los investigadores hipotetizan que estos pacientes pueden haber dañado parcialmente su médula espinal, ya que este grupo de pacientes también informó sentirse débil y torpe al caminar.
Las investigaciones actuales indican que cuando se manejan casos de latigazo cervical, el retorno temprano a la actividad, la restauración del movimiento y los ejercicios dirigidos específicamente a los flexores profundos del cuello conducen a mejores resultados que un enfoque basado en "esperar y observar".
Los médicos quiroprácticos también utilizan la manipulación, la movilización, el entrenamiento, los ejercicios, la dieta y la nutrición, y alientan el retorno a un estilo de vida normal, lo más rápido posible, cuando se trata a pacientes con una lesión por latigazo.