Aunque las lesiones por latigazo cervical que surgen a causa de colisiones de vehículos a motor (CVM) son muy comunes, no parece haber consistencia en la evaluación que uno recibe en una sala de emergencias (ER) o más tarde en un centro ambulatorio cuando se trata de la utilización de rayos X y otras imágenes médicas. Entonces, ¿cuáles son los pros y los contras de la imagenología en pacientes que padecen de latigazo cervical?
Una revisión de las directrices publicadas sugiere que, si una persona involucrada en una CVM se presenta en la sala de emergencias despierta, alerta, sin déficit neurológico u otra lesión distractora, sin dolor en el cuello ni sensibilidad en la línea media, y tiene un rango completo de movimiento en el cuello, entonces la radiografía no se considera necesaria. Si se sospecha de una fractura, una radiografía y/o una TC (tomografía computarizada) es apropiada. La resonancia magnética (RM) es utilizada cuando se sospecha una lesión (con imágenes o impresiones medicas solicitadas y realizadas previamente) de tejido blando como un desgarro del ligamento, una lesión de la médula espinal y/ o una lesión arterial.
La mayor preocupación que implica un trauma en el cuello es la fractura, pero en realidad esto es poco común como resultado de una CVM. Algunas salas de emergencias aplican rayos-x rutinarios a todos los casos que padecen de trauma para determinar la presencia o ausencia de fractura, aunque la TC es mucho más sensible que los rayo-x, especialmente en tipos de fractura sutiles o no tan obvios.
Los médicos y hospitales utilizan las pautas de tratamiento en un esfuerzo por proporcionar la mejor atención posible al tiempo que limitan las pruebas potencialmente innecesarias. Por ejemplo, la Regla Canadiense de la Columna Cervical (CCR) es una evaluación para ayudar a determinar quién necesita (o no) radiografías en casos de trauma.
De acuerdo con la CCR, los mayores de 65 años o, los que padecen un trauma significativo y/ o entumecimiento en las extremidades, deben recibir radiografías. Las situaciones en las que no se necesitan radiografías incluyen: una simple CVM trasera; si el paciente puede caminar; inicio retardado (no inmediato) del dolor de cuello; o la ausencia de sensibilidad en la línea media del cuello.
Otro estudio reportó que más de 800.000 pacientes en los Estados Unidos (EE.UU.) reciben una radiografía cervical cada año. Minimizar el uso de rayos X es importante, no sólo por la exposición de los pacientes a la radiación, sino porque más del 97% de los rayos X se interpretan como negativos, ¡y los costos asociados con los rayos X exceden los $175.000.000 por año! Por lo tanto, ¡hay una necesidad definitiva de mejores directrices en los Estados Unidos como el CCR!
Los médicos quiroprácticos ven a muchos pacientes con latigazos cervicales poco después de una lesión o más tarde, aunque a veces pueden pasar años antes de que un paciente con latigazo cervical se presente para su cuidado. Para los pacientes menores de 65 años que tienen un rango completo de movimiento cervical, sin déficits neurológicos o quejas, sin otras lesiones distractoras, y sin sensibilidad en la línea media, en la mayoría de los casos, los rayos X pueden esperar.