El síndrome de latigazo cervical (SLC) se asocia con mayor frecuencia a colisiones de vehículos a motor (CVM), pero pueden ocurrir por cualquier tipo de trauma que surja de resbalones y caídas, lesiones deportivas y más. Una pregunta que los pacientes que sufren del SLC suelen hacer es: "¿Cuánto tiempo tomará esto para mejorar?"
Hay muchos factores en juego con respecto a la rapidez con que uno se recupera de cualquier lesión: el tipo y grado de lesión, el tipo de cuidado, la "voluntad" de mejorar, el nivel de educación del paciente, el género, los factores emocionales, y mucho más. Pero, ¿qué dice la investigación sobre los factores de riesgo para una recuperación prolongada del SLC?
Un estudio danés encontró que los pacientes con SLC que sufren de intenso dolor y rigidez en el cuello eran más propensos a ser discapacitados un año después de su lesión que aquellos con un inicio retrasado de los síntomas o que aquellos con bajo grado de dolor. Al combinar las puntuaciones para el dolor y la rigidez del cuello junto con otros síntomas no dolorosos (como visión borrosa, náuseas y mareos), los autores encontraron que podían identificar a las personas en riesgo de discapacidad a largo plazo a la semana de su accidente.
Su estudio incluyó 141 adultos que contactaron a la sala de emergencias dentro de los dos días de la CVM quejándose de dolor en el cuello o de cabeza que surgen de colisiones traseras sin pérdida de conciencia o amnesia. Ninguno tenía dolor de cuello o de espalda o un historial de dolores de cabeza severos. Los investigadores descubrieron que el 75% de los pacientes con movimiento reducido del cuello aún presentaban discapacidad después de un año.
Curiosamente, el equipo de investigación observó que los pacientes involucrados en litigios en curso (demandas) no estaban en mayor o menor riesgo de sufrir discapacidad a largo plazo. En un estudio reciente a gran escala que utilizó una encuesta en línea que contó con 127.959 encuestados, los investigadores encontraron que la gravedad de la colisión, las bajas expectativas de recuperación, la mentalidad de las víctimas, el mareo, el entumecimiento o el dolor en los brazos y el dolor en la zona lumbar aumentaban el riesgo de una recuperación deficiente.