La lesión cerebral traumática leve (LCTL) es una de las muchas afecciones que pueden acompañar a una lesión por latigazo cervical. El término se utiliza a menudo como sinónimo de conmoción, mientras que el "síndrome posconmoción cerebral" y LCT (sin la palabra "leve") se refieren a los síntomas residuales a largo plazo. Los síntomas asociados con el LCTL incluyen inicialmente mareos, náuseas y dolores de cabeza seguidos de proceso cognitivo lento (dificultad para procesar el pensamiento, desubicación durante las discusiones, dificultad para expresarse verbalmente y más). Muchos enfermos que padecen de LCTL describen esto como "niebla mental."
Después de la LCTL, el cerebro libera varias sustancias químicas que ayudan a reparar las neuronas dañadas y reducir el riesgo de neurodegeneración. Una de esas sustancias químicas es el factor neurotrófico derivado del cerebro (FNDC), y uno de los mejores métodos para aumentar los niveles del FNDC es el ejercicio intenso. Sin embargo, debido a que a los pacientes se les aconseja descansar y regresar lentamente a sus actividades normales después de un LCTL, la nutrición adecuada y suplementos son necesarios para aumentar los niveles del FNDC. Esto puede incluir el consumo de alimentos ricos en proteínas, como un batido diario de proteína de suero de leche o proteína de guisante y arroz con aminoácidos ramificados. La investigación ha demostrado que combinar esto con 10 gramos de monohidrato de creatina es importante para la producción de energía en el cerebro. Una dosis diaria recomendada de 5000 UI de vitamina D también puede ayudar a elevar los niveles de FNDC.
La investigación muestra que la inclusión nutricional de un aceite de pescado de alta calidad de hasta 4000 mg/día en las primeras tres semanas seguido de 2000 a 4000 mg/día durante tres meses puede ayudar a la recuperación. Los ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA) pueden ayudar a reducir la inflamación por LCTL. El DHA en aceite de pescado ayuda a mejorar la fuerza y flexibilidad de las membranas celulares de las neuronas, mientras que la EPA suprime la producción de químicos pro-inflamatorios como prostaglandinas y otros.
Los estudios también apoyan la administración de glutatión (un antioxidante que normalmente se encuentra en nuestras células), ya que reduce el daño al tejido cerebral en un promedio de 70%. Otras opciones útiles incluyen vitamina C, selenio, niacinamida o B3, N-Acetilcisteína (750-1000mg), extracto de brócoli, magnesio, curcumina (que se encuentra en la cúrcuma) y extracto de té verde.
Su médico quiropráctico puede ayudarle a manejar su programa nutricional después de una conmoción cerebral.